Los pumas cayeron derrotados por 29 a 14 contra los Wallabies y se quedaron afuera de la final. El conjunto argentino jugo un gran partido, pero cometió errores infantiles que el rival supo capitalizar. El próximo viernes a las 17 horas irán por el bronce contra Sudáfrica.
La intercepción de Rob Simmons, segunda línea de Australia, al minuto de juego iba a marcar el desarrollo del partido. En los primeros instantes del encuentro, se observó un seleccionado argentino nervioso e impreciso en el juego. Estos errores argentinos fueron aprovechados por los wallabies, que lograron marcar dos tries y sacar una diferencia de 14 puntos.
Luego de este arranque desfavorable, el conjunto nacional se tranquilizó y sacó a relucir su carácter. Los pumas empezaron a jugar cada pelota como si fuera la última, dejando todo en cada jugada. De esta forma, gracias a su coraje y espíritu combativo, lograron emparejar las acciones de juego y acercarse en el marcador con dos penales de su apertura Nico Sánchez, para achicar la diferencia y quedar 14 a 6 abajo.
Pero, cada vez que argentina se acercó en el marcador, el conjunto oceánico sacó a relucir su chapa de candidato. Los wallabies jugaron de forma inteligente y aprovecharon cada una de las pelotas que tuvieron en ataque, evidenciando las falencias argentinas en defensa. De esta forma, marcaron su tercer try en el encuentro para darle cifras definitivas al primer tiempo, 19 a 9 a su favor.
El arranque del complemento fue parejo, ambos equipos cometieron infracciones cerca de su in-goal, que le permitieron a su rival marcar de a tres puntos. Así fue, como el resultado quedo 25 a 18 a falta de 20 minutos para el final, Argentina estaba a tiro de try.
Alentados por la gente (más de 25 mil argentinos) y motivados por la escasa diferencia en el resultado, pero disminuidos físicamente por el desgaste del partido, los pumas salieron a jugar sus últimas fichas. Fueron fundamentales los cambios que ingresaron que le dieron otro aire al equipo.
Argentina fue una y otra vez en busca de esa conquista que le permita empatar el encuentro, pero sufrió la asfixiante y efectiva defensa australiana (la mejor del torneo). A falta de 5 minutos para el final, una corrida del wing Drew Mitchell que definió el otro wing Adam Ashley Cooper, sentenció todas las chances del seleccionado nacional.
Lejos de reprocharse algo, el seleccionado dejo todo en la cancha pero no le alcanzó. Fue una gran golpe a la ilusión argentina. Igualmente, el desafío mundialista no termino. El próximo viernes jugaran contra Sudáfrica para definir el tercer y cuarto puesto.
Compacto del partido:
0 comentarios:
Publicar un comentario